Lactancia Materna

Diarrea: Prevención y tratamiento

jueves, 19 de junio de 2008

INFECCIONES RESPIRATORIAS AGUDAS (IRAs)


Las infecciones respiratorias agudas renuevan su presencia entre nosotros cada invierno. Sus manifestaciones van desde un simple refrío a una neumonía y atacan sobre todo a niños menores de cinco años, constituyendo la tercera causa de muerte en ese período de la niñez.
Detectar a tiempo los signos y síntomas de estas enfermedades ha pasado a ser uno de los principales objetivos de distintas instituciones médicas y de promoción de la salud dedicadas a la infancia.


En nuestro país las infecciones respiratorias agudas constituyen el 40% de las consultas pediátricas y no siempre tienen una evolución benigna, generando además ausentismo escolar.
La neumonía, la bronquiolítis y otras afecciones respiratorias, en su conjunto producen la mitad de las hospitalizaciones y la mitad de las consultas ambulatorias.

El 80% de las IRAS son causadas por virus, estos no se ven, pero están distribuidos en forma masiva por el aire.
La vía de contagio es aérea, los enfermos expulsan al aire microscópicas gotitas de saliva cuando estornudan o hablan. En estas gotitas están contenidos los virus causantes de la enfermedad.

Prevención
Para evitar el contagio:


  • Taparse la boca al toser o estornudar.
  • Evitar las aglomeraciones, en locales cerrados y mal ventilados.
  • Ventilar los ambientes, dejando que entre el sol.
  • En los ambientes con calefacción, asegurarse que haya siempre una ventilación.
  • Evitar el humo del cigarrillo.
  • Estas medidas deben aplicarse en nuestra casa, en escuelas y en todos los lugares de trabajo o reunión.

Signos de alarma:

  • Catarro, tos o dificultad para respirar.
  • Fiebre.
  • Dificultad para alimentarse.
  • Sueño excesivo.

Conductas positivas:

  • Control periódico de salud.
  • Vacunación contra el Sarampión, Pertussis y Hemophilus B.
  • Ante los síntomas no automedicarse.
  • Consulta precoz al médico.
  • No suspender la lactancia al niño enfermo.

A continuación te brindaré información sobre algunas IRAs más comunes en nuestro país.

Resfrío común
El resfrío común, también conocido como rinofaringitis aguda, es la infección más frecuente en los niños y se caracteriza principalmente por rinorrea, obstrucción nasal y estornudos.
Su etiología es predominantemente viral, encontrándose ocasionalmente agentes bacterianos, en forma secundaria, en casos de complicación.
Dentro de las manifestaciones más constantes a lo largo de las distintas edades se encuentran las locales como la rinorrea y la obstrucción nasal.
Cuando se asocia fiebre, habitualmente se presenta al inicio del cuadro extendiéndose no más allá de 72 horas.
Otros síntomas como mialgias, cefalea, fiebre baja y tos pueden estar presentes. Esta fase aguda también dura, por lo general, 2 a 4 días.

Faringoamigdalitis
La faringoamigdalitis (FA) corresponde a una infección o inflamación de la faringe y las amígdalas. Dentro de las causas infecciosas se distinguen las bacterianas y las virales. En los menores de tres años es mucho más frecuente la etiología viral, mientras que en los mayores aumenta significativamente la etiología bacteriana, hasta alcanzar ambas etiologías una frecuencia similar en el adulto.
Dentro de las manifestaciones clínicas de la FA estreptocócica existen elementos que son muy constantes y que ayudan a sospechar el diagnóstico:

  • Inicio agudo de los síntomas
  • Ausencia de síntomas catarrales
  • Odinofagia intensa, dolor abdominal, ocasionalmente cefalea
  • Presencia de exudado blanco, cremoso, no adherente y/o
  • Enantema con petequias en el paladar blando
  • Adenopatías regionales

El tratamiento debe estar orientado de dos formas:

  • Sintomático: hidratación, antipiréticos, analgésicos.
  • Erradicación: existen distintas alternativas. Se debe recordar, sin embargo, que el tratamiento de elección continúa siendo la penicilina.

Otitis media aguda
La otitis media aguda (OMA) se presenta con mayor frecuencia a edades tempranas, especialmente en el menor de 2 años, con una muy baja incidencia en el mayor de 7 años.
Con respecto a la etiología se estima que un tercio de las OMA son de origen viral y el resto, de origen bacteriano. Dentro de la etiología bacteriana predominan el Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y, menos frecuentemente, la Moraxella catarrhalis.
Entre las manifestaciones clínicas se observa, en los lactantes: irritabilidad, rechazo alimentario, fiebre, llanto persistente y a veces vómitos.
Los niños mayores pueden comunicar otalgia (dolor del oído). Frecuentemente existe el antecedente de IRA alta, previa.

Con respecto al tratamiento, como antibiótico de primera línea se recomienda la amoxicilina 50 mg/kg/día div. en tres dosis por 10 días, y eventualmente en dosis de 60 a 80 mg/kg/día en aquellos lugares con cepas de neumococos resistentes.


Sinusitis
Se estima que un 5% a 10% de todos los niños con IRA alta tienen sinusitis contemporáneamente. Dentro de los factores predisponentes para el desarrollo de esta patología se encuentran las IRA virales, la rinitis alérgica estacional o perenne y los cuerpos extraños intranasales (menos frecuente). La etiología bacteriana más frecuente corresponde a Streptococcus pneumoniae, Moraxella catarrhalis y Haemophilus influenzae.
Se debiera sospechar sinusitis aguda frente a síntomas persistentes o severos en una IRA alta.

  • Persistentes: Síntomas de IRA alta más allá de 10 días sin mejoría, con congestión o descarga nasal, tos diurna y nocturna. Menos frecuente: halitosis, cefalea o dolor facial.
  • Severos: Fiebre ( permanentemente >39 º) con descarga nasal purulenta.


Bronquiolitis y neumonía
Las bronquiolítis y las neumonías son infecciones respiratorias bajas, es decir, que afectan la vía inferior y el tejido pulmonar.
La bronquiolítis es una inflamación de la vía aérea inferior , producida por un virus, provocando dificultad respiratoria frecuentemente entre los lactantes. Se diagnostica a través de un examen clínico. Se inicia como un cuadro de catarro y en dos o tres días comienza la dificultad para respirar. Una vez en tratamiento, el niño suele seguir con su agitación hasta el séptimo u octavo día, para luego, lentamente revertir el cuadro.
Es imprescindible la consulta al médico, que prescribirá la medicación, de acuerdo a normas de tratamiento.

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